martes, 29 de enero de 2013

Crónicas de Viaje: La ruta de los volcanes a 30.000 pies de altura

La Ruta de los Volcanes a 30.000 pies de altura

Revisando mi baúl de los recuerdos, encontré una secuencia de fotos tomadas en el año 2006, desde un Boeing 737-200 de Aerogal, en un vuelo Quito (UIO-SEQU) a Guayaquil (GYE-SEGY) con el cielo despejado.

Las imágenes corresponden a la llamada  "Ruta de los Volcanes", es decir la parte de los Andes que atraviesa todo el Ecuador.

Despegando desde la 35 sur del viejo "Mariscal Sucre", la nave gira hacia el norte y luego hacia el oriente, siguiendo la aeroruta, se pueden observar claramente los siguientes nevados: Antisana, Pasochoa, Pichincha, Illinizas, Cotopaxi, Chimborazo, Tungurahua. 

Estos paisajes que no se ven comúnmente son una de las razones por las que me gusta mucho volar.
Espero les guste.

El Antisana (5753 msnm)
Machachi y al fondo el Cotopaxi (5897 msnn)
El Cotopaxi, al fondo a la izquierda la "mama" Tungurahua (5023 msnm)
El Pasochoa (4200 msnm)
Otra vista del majestuoso Cotopaxi
El Cotopaxi desde otro ángulo
Chimborazo (6310 msnm)



El lliniza Sur (5248 msnm)


Empieza el descenso.... Chimborazo al fondo


Colchón de nubes y el Chimborazo al fondo.




Texto y fotos: Rolando Villacis (c) 2013

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Spotting in José Joaquin de Olmedo Intl. Airport, Guayaquil- Ecuador (GYE-SEGY)

Spotting in José Joaquin de Olmedo Intl. Airport, Guayaquil- Ecuador (GYE-SEGY)

Les comparto algunas fotos que pude captar en un reciente paso por Guayaquil, Ecuador.


TAME Embraer 170/175 (HC-CEX) en la plataforma de GYE.


AeroGal Airbus A319-112 (HC-CKL)en la plataforma de GYE

TAME Airbus A319-112 (HC-CMO) listo para salir a UIO.



TAME ATR42-500 (HC-CMB) en GYE.


LAN Ecuador Airbus A320-233 (HC-CLD) taxeando en GYE


LAN Ecuador Airbus A320-233 (HC-CLD) en plataforma de GYE

Aerogal A319-112 y LAN Ecuador A320-233 en plataforma de GYE



TAME Embraer 170/175 (HC-CEX) con diseño antiguo taxeando en GYE.


Martinair CARGO McDonnell Douglas MD-11 listo para despegar.


sábado, 1 de diciembre de 2012

Últimas fotos del UIO Mariscal Sucre Intl.

Últimas operaciones del viejo y querido aeropuerto internacional Mariscal Sucre de Quito. UIO - SEQU



LAN Airbus A320-323 (HC-CLC) en diseño de One World listo
para cubrir la ruta UIO-GYE.

LAN Airbus A320-323 (HC-CLD) en diseño original aterrizando en la 35 Sur de Quito.

LAN Airbus A319-132 (CC-COU) aterrizando en la 35 Sur de Quito.




American Airlines Boeing B757 con winglets listo para salir a MIA, USA


 TAME Airbus A319-132 (HC-CGT) en la plataforma de UIO.


Rolotech Spotting... mis primeras fotos

En realidad, los aviones y todo lo relacionado con ellos me han apasionado desde niño, alguna vez soñé con ser piloto... pero no como no pude hacerlo, me dediqué a coleccionar fotos de aviones, a leer, investigar y últimamente a "spottear", es decir a fotografiar aviones.

Les comparto algunas de mis primeros spotts, espero que les guste!
Las fotos son 100% amateurs, y ha medida que ha pasado el tiempo he ido mejorando la técnica y la documentación.

Flota de LAN Chile, cubriendo la ruta UIO-LIM-EZE-GYE-UIO (Abril 2004).

Detalle de la turbina de un A-320 de LAN Chile (Aeropuerto  Jorge Chávez - Lima - PERU)

Interior del A-320 de LAN Chile (Rumbo a Ezeiza - ARGENTINA)


Boeing 747-200 de Aerolíneas Argentinas. (Aeropuerto Ministro Pistarini - Ezeiza - ARG)

Despegando de Ezeiza en el Airbus A320-323 de LAN (CC-COF)

Cabina del Airbus A320-323 (CC-COF). GYE - Ecuador

jueves, 6 de septiembre de 2012

Crónicas de Viaje - En buseta de Montserrat a Zipa

Bogotá, ciudad alegre, cosmopolita, de calles y avenidas anchas, tráfico endemoniado, edificios y casas de ladrillo visto, grandes centros comerciales y con gente muy amable siempre dispuesta a ayudar.
Domingo en la mañana, qué hacer?  Pues ahí les va una buena alternativa que de paso sirve para conocer gran parte de la ciudad.
La idea original era tomar una buseta (autobus pequeño) en la avenida séptima hacia el sur, pero la Ciclo-Vía había cerrado la avenida en sentido norte-sur y tuve que regresar a la calle 82 a esperar "colectivo". Mejor así, ya que al probar todos los medios de transporte que dispone una ciudad se conoce mejor a la gente y sus costumbres.
En el C.C. Andino, en la 82 con 11, me subí a un destartalado bus conducido por un veterano cascarrabias, con destino al centro. "Germania" era la palabra clave, o mejor dicho, eso debía distinguirse en el parabrisas del bus para así poder llegar al paradero sin perderse.
Los fines de semana no hay mucha demanda de pasajeros y los viejos buses que hacen de colectivos (igualito que los populares de Quito) pasan vacíos, también hay "ejecutivos", pero por conocer me trepé en el colectivo que cuesta 1000 pesitos (Algo así como 0,50 centavos de dólar). Luego de unos 20 minutos
de recorrido, se llega a una parada cerca del centro de la ciudad y como ya no quedaba nadie en el bus me
bajé con la esperanza de no estar tan lejos. Al bajar me recibió una caravana de autos clásicos minutos
antes de empezar su recorrido, que como a buen turista – paisano que soyv-, hizo que tome la típica foto y
formule la pregunta respectiva para despejar dudas: 
- "Buenos días, disculpe señor, cómo llego a  Montserrat?"
La respuesta confirmó mi sospecha de que no estaba perdido, solamente crucé la calle y aceleré el paso para avanzar por la cuesta del eje-vial. 
Bogotá, Autos Clásicos frente al Eje Vial
Este camino está flanqueado de  vendedores ambulantes que hacen de las suyas vendiendo dulces, frutas,
recuerdos y artesanías de todo tipo. Por fin llegué al embarcadero del teleférico, donde me esperaba el "chino" Alexander quien iba a fungir de guía turístico esta vez.
- Que hubo "chino"?
- Tons que, al fin llega?
- La Ciclo-Vía cerró la avenida séptima y me atrasé un chance.
- Fresco chino, camine a comprar las boletas.
Como era temprano, no había mucha gente en las boleterías, por una misma tarifa se puede escoger si subir en teleférico y bajar en funicular o viceversa. Subimos en funicular que es como un pequeño tren, tiene rieles
sobre la montaña, por donde circulan un par de vagones en cuyo interior la gente va "cómodamente" de pie. El paseíto dura unos 5 minutos, subiendo unos 600 metros por la ladera del cerro.
Una vez arriba, uno se encuentra con el terminal de los dos artilugios que suben y bajan gente, junto a éste un pequeño bar con lo básico (refrescos, agua, gaseosas y cosas de picar).
Bogotá - Terminal del teleférico y mirador en Montserrat.
(Al fondo la virgen de Guadalupe)
Desde el terminal empieza un camino empedrado con las 14 estaciones del Vía Crucis, y en cada una hay una estatua o inscripción que las recuerda; el camino termina en una iglesia (que estaba repleta de fieles y justo en plena misa). Al lado de la iglesia hay un par de tiendas de souvenirs, miradores y otro camino empedrado hacia la cima del cerro que está cercado de tiendas de artesanías y kioscos de comida típica, donde uno puede degustar arepas, arequipes, tamales, gallina a la brasa, lechona, fritanga y mil delicias más de la gastronomía popular colombiana... para hacerle justicia al lugar nos bastó con un par de arepas y una Pony Malta helada.
Bogotá - Mercadito de comidas típicas en Montserrat
Hay un par de miradores desde los cuales se puede observar el sur, centro y parte del norte de la gran
planicie en donde se asienta la urbe. A pesar de ser domingo, se puede distinguir como el smog y la
contaminación cubren con una delgada capa el cielo bogotano.

Bogotá - En el mirador de Montserrat.
Hora de bajar, esta vez lo hicimos en el teleférico (mucho más antiguo que el de Quito) y en el que por la cantidad de gente que va de pie y porque se ven los cables de donde cuelga el vagoncillo, se siente un poco de temor de que suceda "algo" o la tipica sensación de vacío, pero superado el repentino miedo, el aparato baja despacio y llega a destino seguro.
El siguiente destino en itinerario, la Catedral de Sal de Zipaquirá, para ésto confío ciegamente en la ruta que tiene programada Alexander y empezamos el viaje.
De Montserrat, por el mismo eje vial bajamos a "pata" hasta una parada de TransMilenio, subimos en uno de los modernos buses articulados (cómodo cuando se puede ir sentado), avanzamos algunas paradas en el
centro de Bogotá y bajamos para hacer trasbordo, tomando otra ruta hacia el norte. (Por un un poco más de un dólar se puede atravesar toda la ciudad haciendo trasbordos en varias estaciones.) Por suerte en éste trayecto conseguimos asiento y fuimos sentados. Son aproximadamente 45 minutos atravesando todo el norte de Bogotá, hasta llegar al terminal de busetas que salen para Zipaquirá, Cajica, Tocancipá y algunos pueblos de las cercanías. En el terminal, los buseteros (que también son medio abuseros) esperan con las unidades estacionadas de forma ordenada a que se llenen de pasajeros para partir, mientras el reggaetón,
vallenatos o la música norteña mexicana suena en la radio, lo que es aprovechando por vendedores ambulantes que se suben a ofrecer maní, papitas y cualquier otra golosina para engañar al hambre. Con este ambiente empieza otro viajecito bastante agradable, pasando por pequeños poblados, industrias, complejos turísticos, paraderos y un par de haciendas lecheras.
Bogotá - Buseta vallenatera en el terminal
A estas alturas del día el sueño y hambre hacían presa de nosotros, la conversación se tornaba algo aburrida
y los cabezazos somnolientos no se hicieron esperar, transcurría el viaje de una hora aproximadamente sin
problemas, salvo uno que otro bache que nos hacía despertar. Finalmente, llegamos a Zipa (diminutivo de Zipaquirá) como a la una y media de la tarde, en medio de una llovizna que amenazaba con convertirse en aguacero. Simpático el pueblito, con la misma estructura colonial española, es decir con su iglesia mayor, la plaza y los edificios importantes en el centro del pueblo, calles estrechas y casas antiguas.
Zipaquirá- Parque Central e Iglesia
La gente sencilla del pueblo mata el tiempo tomándose unas "pocholas" (léase bielas) en bares y cantinas,
los turistas almuerzan en algunos restaurantes de comida típica antes o después de subir a la catedral y uno que otro negocio ofrece artesanías en sal y souvenirs para los visitantes. El estómago reclamaba su parte y
entramos a un restaurante típico para saborear una deliciosa fritanga (plato compuesto por lomo de cerdo, chorizo, morcilla, papas y maduro fritos), acompañada de una pochola heladita, que fue la dosis justa para reponer fuerzas. También se recomiendan otras delicias como el ajiaco, el sancocho y los tamales, pero en cuestión de gustos, ud. amigo lector sabrá escoger con sabiduría.
Luego de dar buena cuenta de nuestro almuerzo, emprendimos camino a la Catedral de Sal, la misma que queda dentro de un complejo turístico en el que hay un parque temático, un par de museos y la antigua mina,
en cuyas entrañas un arquitecto medio zafado armó el proyecto y se construyó la nueva Catedral, que es considerada como una de las maravillas del mundo.
Zipaquirá - Detalle de la mina de sal
La catedral antigua queda en la parte superior de la montaña y el recorrido por la nueva que está en la parte
inferior y que está llena de sal, dura aproximadamente una hora con guía incluido, quien va contando la
historia y provee a los turistas de algunos datos interesantes como el que apenas un 30% de la mina está
en plena explotación, que respirar los gases llenos de sodio y azufre ayudan a curar enfermedades  respiratorias y alérgicas, que hace unos cuantos millones de años la zona era parte del océano que se congeló por una glaciación y que por el movimiento de las capas terráqueas se cubrió de tierra formando la montaña y que de la sal que se produce en la mina se sacan aproximadamente 2000 productos químicos diferentes. Dentro de la mina-catedral existen algunas esculturas y también se repiten las 14 estaciones del vía crucis, simbolizadas por cruces gigantes talladas en la roca salada e iluminadas por neones de colores, hay algunas cavidades talladas a mano dentro de la montaña y el altar mayor nos muestra una cruz
imponente que invita a la reflexión hasta al menos creyente.


Zipaquirá -Esculturas formando un nacimiento al interior de la Catedral de Sal
Dentro de la mina, se puede apreciar como "literalmente" la fe mueve montañas y la forma en que la religiosidad de los mineros rindió tributo a la pasión de Cristo, simbolizada en esta Catedral.
Saliendo de la mina, se pueden hacer las obligadas compras de recuerdos y artesanías en roca de sal, las cuales luego servirán para dar fe y evidencia de que uno estuvo ahí, un par de fotos para inmortalizar el momento, luego visitar el museo temático que explica el proceso de extracción de sal y para terminar una rápida vista al museo arqueológico que exhibe piezas en cerámica de algunas culturas pre-incásicas que se asentaron en los alrededores.

Zipaquirá - Monumento al Minero (Parque temático)

La lluvia amenazaba nuestro retorno, aligerando el paso, recorrimos el pueblito hasta llegar a la carretera,
como buenos latinos nos trepamos “al vuelo” en la buseta de regreso, y así entre vallenatos y cumbias como
música de fondo emprendimos el regreso hasta Bogotá, cómodamente parados y contentos de haber visitado un sitio que vale la pena conocer. Terminamos la "vuelta" subiéndonos a un taxi para llegar al hotel y haciendo esfuerzo con las justas logré meter los souvenirs y encargos en la maleta, agradecí al "chino" por la compañía y nos despedimos prometiendo volver a vernos pronto. Cargué las maletas y con la misma viada enfilé hacia el aeropuerto, haciendo el último citytour por una ciudad a la que siempre da gusto visitar.

Texto y Fotos: Rolotech (c) 2007

jueves, 15 de abril de 2010

Todo lo que No se debe hacer en un Proyecto de Implementación de Tecnología

Cuántas veces hemos leído, estudiado y hasta aplicado las “mejores prácticas”, los “10 pasos para implementar proyectos de tecnología”; o hemos recibido numerosos consejos, técnicas, herramientas y hasta metodologías para que el proceso de implementación de todo proyecto sea exitoso?

Sabemos que todo proyecto es muy particular, que no existen proyectos iguales, haciendo una analogía: un proyecto es como una persona, muy distinto el uno del otro. Inclusive el PMI (Project Management Institute) no tiene la “receta original” o la “bola de cristal” para llevar adelante y culminar con éxito proyectos de implementación de sistemas, desarrollo de software, migración de aplicaciones, instalación de redes e infraestructura o cualquier otro que involucre tecnología.


Siendo así, simplemente tenemos un conjunto de normas, reglas, prácticas o pasos a seguir para culminar nuestro objetivo; las mismas que podemos adaptarlas a la realidad del proyecto y usarlas de acuerdo a nuestra conveniencia.
Basado en mi experiencia de aproximadamente 6 años en el área de tecnología, luego de haber participando en varios proyectos, algunos exitosos y otros no tanto; y cumpliendo casi todos los roles dentro del equipo de un proyecto, les comparto algunas de las mejores prácticas para asegurar el fracaso de un proyecto, y si por cualquier milagro no fracasa, al menos les va a generar un montón de stress, problemas mentales y conflictos con la gente.

1. Organice un equipo de proyecto con el personal más joven, con menos experiencia pero que sea muy creativo para solicitar requerimientos.a. Los jóvenes sin experiencia, pero con un montón de ideas frescas y nuevas, sobre todo relacionadas a la tecnología, siempre aportarán al negocio y enriquecerán cualquier aplicación solicitando automatizarlo todo y solicitando miles de reportes y ventanitas nuevas… después de un tiempo nadie las usa!b. Evite juntar gente de experiencia y que domine el negocio, con el personal nuevo; de esta manera no hay inútiles confrontaciones con los jóvenes. A quien le importa todo lo que una persona aprende en 10 o 15 años?? Jóvenes recién graduados con bajos sueldos son siempre la mejor opción.

2. Permita que el equipo de proyecto redacte los requerimientos y los pase directamente al área de desarrollo. a. Elimine puestos claves del área de IT, los Analistas de Sistemas son caros y normalmente entorpecen el proceso de desarrollo. Para qué tomar el punto de vista técnico de lo que el usuario pide? Eso es perder el tiempo!!! Déjelo todo a la imaginación de los desarrolladores, ellos pueden hacer “magia” escribiendo millones de líneas de código.

3. Diga SI a toda iniciativa de la Alta Gerencia, y si es una multinacional permita que decidan por Ud.a. Si la solución tecnológica funciona perfectamente en países tan similares a los nuestros como Malasia, Filipinas e Indonesia, simplemente impleméntela sin objeciones; total todo se puede “personalizar”.b. No se tome la molestia de analizar alternativas locales, regionales, casos de éxito de soluciones similares. Siempre es mejor evitar dolores de cabeza haciendo análisis de costo/beneficio; además las presentaciones de negocio son muy aburridas y las experiencias de otras empresas nunca aplican para lo que nuestra organización necesita.c. Nunca tome en cuenta las opiniones del personal local de IT y de los usuarios sobre lo que es mejor para la organización. Siempre una decisión que viene de “afuera” es mejor. Está comprobado que el extranjero tiene una mejor visión del negocio y sabe lo que se necesita justamente porque ve las cosas desde lejos y no conoce el detalle.

4. Ponga toda la infraestructura de sus aplicaciones de misión critica lo más lejos posible.a. Si se “cae” la aplicación, el negocio puede esperar días enteros sin operar hasta que se ponga en marcha el “Plan de Contingencia/Continuidad”. A quién le importan las 14 horas de diferencia horaria? Pobrecitos han de estar durmiendo, ojalá mañana puedan conectarse en nuestro horario.

5. Para el desarrollo de las personalizaciones de su aplicación de misión crítica contrate a una empresa que se ubique lo más lejos geográficamente, que hable otro idioma y que no tenga la más minima idea de su negocio.

6. Contrate personal tercerizado solamente por el tiempo que dure el proyecto.

7. Despida al personal de TI que tuvo exitosas implementaciones en proyectos anteriores.a. Después de todo, a quien le importa desperdiciar la experiencia anterior para ponerla en práctica en nuevas implementaciones?

8. Permita que el equipo de desarrollo y soporte se disuelva inmediatamente después de terminar la implementación.a. Para qué desperdiciar tiempo y recursos capacitando al personal que va a “estabilizar” la aplicación.

9. Acepte que la organización premie con ascensos solamente a miembros del proyecto que son parte del negocio, igual el personal de sistemas deberá hacerse cargo de todos los procesos mal automatizados y entregar soluciones… total el negocio no puede parar porque la aplicación no funciona!!

10. Permita que el departamento de Tecnología se haga responsable de todo: del análisis de requerimientos, del desarrollo, de las pruebas, del control de calidad, de la decisión de pasar o no a producción cambios críticos de la aplicación. Finalmente, en todo lado siempre la culpa es de “sistemas”.